Es un hecho importante saber que en la actualidad la intoxicación orgánica (de todos los seres vivos) está propiciada por el hombre al contaminar su medio ambiente con los procesos y desechos industriales, y por la industria alimenticia y farmacológica, las cuales no ven más que sus intereses económicos, a esta clase podríamos llamar intoxicación externa, donde los elementos han sido alterados por tal acción, la intoxicación interna o autointoxicación, término acuñado por el Dr. Jensen, se refiere a la formación de toxinas o substancias tóxicas que se generan dentro del cuerpo en uno o en varios órganos. El cuerpo tiene órganos y sistemas que debemos de cuidar con más esmero, porque son los responsables de la limpieza de las impurezas y desechos orgánicos así como la desintoxicación del mismo; éstos son el hígado, los riñones, la piel y los pulmones, correlacionados con la sangre y la linfa e indudablemente el sistema inmunológico. Se ha estudiado actualmente la importancia que tiene la función del aparato digestivo en la producción de enfermedades tan diferentes a él y tan diversas, como la artritis, el reumatismo, la embolia, etc. Se ha llegado a la conclusión de que cuando se encuentra alterado en su función (estreñimiento, diarreas, infecciones frecuentes, residuos alimenticios, inflamaciones como colitis, gastritis, etc.) Se generan, a partir de él, problemas diversos que van a alterar en su función órganos del cuerpo como los riñones, el hígado, los pulmones o el sistema inmunológico etc, por lo que es necesario tener en cuenta su limpieza y por consiguiente:
DESINTOXICAR AL CUERPO Uno de los medios más fáciles para ayudar a desintoxicar el cuerpo es una alimentación natural, sana, de fácil asimilación y que no deje residuos. No me refiero a una alimentación vegetariana, pero sí naturista. El dar una sugerencia para una limpieza del cuerpo lleva el fin de iniciar a los lectores en el descubrimiento de la sensación de bienestar, ligereza, vitalidad, que se pueden recuperar, claro, sin menospreciar los diversos métodos de desintoxicación que hay en la actualidad bajo control médico. Recordemos que la naturaleza contiene todo lo necesario e indispensable para mantener los cuerpos sanos, dentro de un ambiente higiénico y equilibrado, por lo que tomaremos algo de ella como las semillas de calabaza, las de girasol, las semillas de linaza, la avena o el salvado de trigo, que son fibras que tienen la función de arrastre, por lo que ayudan a limpiar los intestinos y evitan la proliferación de gérmenes y toxinas si quedan residuos alimenticios. Otro medio es la ingestión de arcilla, que por su acción adsorbente (particularidad de atraer las moléculas tóxicas que se encuentran en una suspensión), evita la proliferación de gérmenes en los nichos intestinales y la deodorización de la material fecal, y ayuda a mantener limpio el tracto intestinal, además, debido a sus componentes minerales, revitaliza el área donde actúa y desinflama; por último, es un antiparasitario, pero hay que recomendar que la arcilla no se absorbe por el intestino, por lo que hay que tener cuidado en administrarla, principalmente a personas con estreñimiento o pereza intestinal, por su absorción de agua, pues puede fomentar la formación de fecaloides (materia fecal dura y difícil de expulsar). |
Dentro de las hortalizas, en México contamos con una gran variedad y más ahora que se introduce el cultivo orgánico, que nos ayuda a tener la seguridad de no tomar o ingerir a través de éstas sustancias tóxicas o parásitos al ser regados con aguas negras. Dentro de este grupo de alimentos contamos con el jitomate o tomate rojo, las berenjenas, las zanahorias, la remolacha, los nabos, el ajo y la cebolla, las coles, en fin, el secreto para ayudarnos con estas hortalizas está en la forma en que se preparen, todas son excelentes y en ocasiones las podemos mezclar con algunas frutas. El poder oxidante, los minerales que contienen y en algunas, la acción diurética, establecen un buen recambio entre nutrición, depuración y desintoxicación. |
Existe en la actualidad diversidad de esquemas para la desintoxicación del cuerpo, unos muy difíciles de llevar a cabo, otros fuera del presupuesto general y otros casi llegan a matar al enfermo por inanición y desequilibrio o propiciando la aparición súbita de alguna enfermedad en gestación que no puede resistir y combatir en ese momento el cuerpo, por lo que hay que tener cuidado y saber en qué manos se pone uno para estos tratamientos; es mejor recurrir con gente capacitada.
Otros métodos son el ayuno, las monodietas, los colónicos, etc. Pero esto queda para ser administrado por personal preparado; recordemos algo muy importante es: el deseo que se despierte en ustedes de mantener sano su cuerpo, aplicando la voluntad para realizarlo. El desintoxicarlo no sólo significa hacerlo hoy para volver mañana a comer o ingerir alimentos que debido a un gusto distorsionado propicien un estado tóxico y quebrantemos con ello la armonía recuperada en forma de salud. Hay que tener en cuenta que la salud debe ser perdurable y no buscarla en la enfermedad, ni anhelarla en la degeneración del cuerpo, no despilfarrarla pensando que la juventud es fuerte y resistente y que no pasará nada, recordemos que todo tiene su tiempo o momento y cuando el organismo reclama es porque el problema es grave, pues nunca quisimos escucharle.
Si la naturaleza nos brinda todo su apoyo y amor a través de los alimentos (aire, agua, sol, minerales, vegetales, etc.) me pregunto, ¿por qué a la gente le gusta sufrir al menospreciar su sagrado alimento? Pensemos por un instante: si lo que comemos forma nuestro cuerpo, ¿por qué darle algo que lo enferme o trastorne?
En la vida las cosas son simples, y simple es el procedimiento para desintoxicarse cuando no existe alteración o enfermedad alguna. Haga usted la prueba, sólo quite de su alimentación todo aquello que ha sido procesado (pan, harinas blancas, azúcar refinada, embutidos, etc.) y aumente el consumo de agua a 3 litros al día en esta época del año, de frutas de la estación y unas buenas ensaladas de verduras con cereales, semillas, algunas leguminosas (lentejas, caldo de frijol, etc.) y una cena ligera por 5 días, después, por 3 días tome sólo frutas en forma de jugo o puede comerlas como tal y agua; en caso de tener frío por el tipo de alimentación y el cambio climático por esta época del año, tome tizana de té limón, te ligero de canela, de hojas de naranjo o de lechuga si está nervioso y verá cómo su cuerpo le dará las gracias pues lo sentirá recuperado y con más vitalidad. Si desea un poco más de calor y energía, tome miel de abeja o miel de maguey.
Texto: Desintoxicación Por: Dr. Sergio Lara García Fuente: Natura y formarse.com.ar
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