Todos sabemos que quienes se apropiaron y dirigen el mundo son seres de las menores cualidades éticas, morales y humanas...Todos sabemos que todo va mal...Todos sabemos que los cambios deben comenzar por uno mismo...
Pero no todos sabemos que unidos podemos corregirlo...TODO!
Este es un llamamiento dirigido a todas las personas que deseen hacer algo para comenzar a cambiar el mundo en el que vivimos.
Este es un llamamiento dirigido a todas las personas que deseen hacer algo para comenzar a cambiar el mundo en el que vivimos.
Todos hemos oído que los cambios deben comenzar por uno mismo pero se necesita la colaboración de muchas personas para que ese cambio que tantos anhelamos se lleve a cabo de una manera rápida. Debemos reaccionar pronto, debemos salir de una vez por todas del letargo en el que nos vemos sumidos y comenzar a poner los cimientos de un mundo más justo y saludable para todos. No podemos seguir esperando a que nuestros gobernantes reaccionen y cambien de mentalidad; podría ser demasiado tarde.
Este llamamiento pretende hacer ver a los gobiernos de todo el mundo que nuestras prioridades no coinciden con las suyas y que nuestros votos, la mayoría de las veces, son entre lo menos malo y lo malo. La abstención, cada vez más frecuente, muestra la falta de motivación y de credibilidad ante nuestros representantes. Nuestras necesidades han cambiado, ¿cómo pueden los gobiernos seguir buscando mayorías cuando en sus prioridades no se encuentra erradicar el hambre de sus congéneres? ¿Cómo se puede hablar de solidaridad cuando nuestro estamento médico todavía se niega a aceptar medicinas y métodos alternativos que podrían salvar muchas vidas porque eso supondría una gran amenaza para su propia estructura interna?
Este llamamiento es para todo aquel que no quiera seguir contribuyendo a esta gran enajenación en la que vivimos y que sigue permitiendo cosas como:
- Que el 20% de la población mundial consuma el 80% de los recursos del planeta
- Que los gastos militares mundiales sean 12 veces más elevados que la ayuda a los países en vías de desarrollo,
- Que 1.000 millones de seres humanos no tengan acceso al agua potable y que 5.000 personas mueran diariamente por consumir aguas contaminadas.
- Que 1.000 millones de personas padezcan hambre.
- Que más del 50% de los cereales comercializados en el mundo se destinen a la alimentación animal y a la fabricación de biocombustibles.
- Que todavía haya presos en cárceles únicamente por manifestar sus ideas políticas.
- Que seres humanos puedan condenar a muerte a un semejante en nombre de la justicia.
- Que ladrones de “guante blanco”, algunos con importantes cargos políticos, sigan impunes y libres mientras otros que no pueden pagar su libertad se consuman en las cárceles por cantidades infinitamente inferiores.
- Que cada año desaparezcan 13 millones de hectáreas de bosque.
- Que las poblaciones indígenas vean impotentes cómo se apropian de sus tierras a cambio de una vida indigna.
- Que las diferentes especies es estén extinguiendo a un ritmo 1.000 veces superior al ritmo natural.
- Que las ¾ partes de los recursos pesqueros estén agotadas o al borde de estarlo.
- Que antes del 2.050 pudiera haber 200 millones de refugiados climáticos.
- Que nuestros productos sigan sin tener etiquetas “transparentes” para poder saber y elegir lo que consumimos.
- Que los bancos se centren exclusivamente en maximizar sus beneficios en lugar de ofrecer un servicio público a la sociedad.
- Que el tercer comercio más lucrativo, tras el tráfico de armas y drogas sea el tráfico de menores.
- Que, que, que…
En esta enumeración solo hay constancia de unos pocos “Qué” pero todos sabemos que hay muchos más.
Mostremos nuestro desacuerdo a tanta aberración. Unámonos y dejemos constancia de nuestro poder. Que todo el que esté dispuesto a colaborar en este cambio de conciencia mundial asista a este gran llamamiento y que los medios de comunicación reflejen el nuevo sentir de una cantidad cada vez mayor de seres humanos. Lo único que debemos hacer es acudir a la plaza del ayuntamiento del pueblo o ciudad en donde nos encontremos, el mismo día a la misma hora y que nuestra presencia pacífica y silenciosa dé un ejemplo a todos nuestros dirigentes de que no estamos de acuerdo con sus gobiernos y de que la solidaridad con todo el planeta, y la paz mundial deben de dejar de ser quimeras para convertirse en una realidad. Movilicémonos para salvar lo que aún podemos salvar.
Este llamamiento pretende hacer ver a los gobiernos de todo el mundo que nuestras prioridades no coinciden con las suyas y que nuestros votos, la mayoría de las veces, son entre lo menos malo y lo malo. La abstención, cada vez más frecuente, muestra la falta de motivación y de credibilidad ante nuestros representantes. Nuestras necesidades han cambiado, ¿cómo pueden los gobiernos seguir buscando mayorías cuando en sus prioridades no se encuentra erradicar el hambre de sus congéneres? ¿Cómo se puede hablar de solidaridad cuando nuestro estamento médico todavía se niega a aceptar medicinas y métodos alternativos que podrían salvar muchas vidas porque eso supondría una gran amenaza para su propia estructura interna?
Este llamamiento es para todo aquel que no quiera seguir contribuyendo a esta gran enajenación en la que vivimos y que sigue permitiendo cosas como:
- Que el 20% de la población mundial consuma el 80% de los recursos del planeta
- Que los gastos militares mundiales sean 12 veces más elevados que la ayuda a los países en vías de desarrollo,
- Que 1.000 millones de seres humanos no tengan acceso al agua potable y que 5.000 personas mueran diariamente por consumir aguas contaminadas.
- Que 1.000 millones de personas padezcan hambre.
- Que más del 50% de los cereales comercializados en el mundo se destinen a la alimentación animal y a la fabricación de biocombustibles.
- Que todavía haya presos en cárceles únicamente por manifestar sus ideas políticas.
- Que seres humanos puedan condenar a muerte a un semejante en nombre de la justicia.
- Que ladrones de “guante blanco”, algunos con importantes cargos políticos, sigan impunes y libres mientras otros que no pueden pagar su libertad se consuman en las cárceles por cantidades infinitamente inferiores.
- Que cada año desaparezcan 13 millones de hectáreas de bosque.
- Que las poblaciones indígenas vean impotentes cómo se apropian de sus tierras a cambio de una vida indigna.
- Que las diferentes especies es estén extinguiendo a un ritmo 1.000 veces superior al ritmo natural.
- Que las ¾ partes de los recursos pesqueros estén agotadas o al borde de estarlo.
- Que antes del 2.050 pudiera haber 200 millones de refugiados climáticos.
- Que nuestros productos sigan sin tener etiquetas “transparentes” para poder saber y elegir lo que consumimos.
- Que los bancos se centren exclusivamente en maximizar sus beneficios en lugar de ofrecer un servicio público a la sociedad.
- Que el tercer comercio más lucrativo, tras el tráfico de armas y drogas sea el tráfico de menores.
- Que, que, que…
En esta enumeración solo hay constancia de unos pocos “Qué” pero todos sabemos que hay muchos más.
Mostremos nuestro desacuerdo a tanta aberración. Unámonos y dejemos constancia de nuestro poder. Que todo el que esté dispuesto a colaborar en este cambio de conciencia mundial asista a este gran llamamiento y que los medios de comunicación reflejen el nuevo sentir de una cantidad cada vez mayor de seres humanos. Lo único que debemos hacer es acudir a la plaza del ayuntamiento del pueblo o ciudad en donde nos encontremos, el mismo día a la misma hora y que nuestra presencia pacífica y silenciosa dé un ejemplo a todos nuestros dirigentes de que no estamos de acuerdo con sus gobiernos y de que la solidaridad con todo el planeta, y la paz mundial deben de dejar de ser quimeras para convertirse en una realidad. Movilicémonos para salvar lo que aún podemos salvar.
TODOS TENEMOS EL PODER DE CAMBIAR ¿A QUÉ ESPERAMOS? SI QUEREMOS PODEMOS. DE NOSOTROS DEPENDE QUE LAS HUELLAS QUE DEJEMOS EN ESTE PLANETA SEAN REALMENTE DE SERES HUMANOS.
“LA ESPERANZA ES EL SUEÑO DEL HOMBRE DESPIERTO” (Aristóteles)
Tomado de http://llamamientomundial.blogspot.com/ y recomendado por Eduardo Valcarcel para Actualidad Z.
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