Reseña publicada en el periódico "El Espectador de Bogotá". Jacque Fresno y Roxanne Meadows a menudo son tildados de soñadores, incluso de locos. Fantasean con ciudades submarinas, con residencias acuáticas lejos de la costa y con complejos de ciudades tecnológicas sostenibles. Y como si fuera poco, imaginan un mundo sin hambre, sin pobreza ni escasez. Esta excéntrica pareja de estadounidenses visitará Bogotá el próximo miércoles para explicar en detalle en qué consiste lo que han bautizado “Proyecto Venus, más allá de la pobreza, política y la guerra”, una combinación de técnicas de arquitectura moderna y tecnología de punta al servicio del ser humano y del medio ambiente. “Hacemos un llamado por un rediseño total de nuestra cultura en la que problemas como la guerra, la pobreza, el hambre y el sufrimiento sean vistos no sólo como evitables, sino como totalmente inaceptables”, aseguró Fresco. Para responder al futuro esta pareja imagina grandes complejos de ciudades abastecidas por fuentes de energía renovable, con instalaciones hidropónicas interiores y exteriores donde se cultiven plantas orgánicas, con áreas exteriores para realizar actividades recreativas como ciclismo, golf y equitación, sin dejar de lado la nanotecnología, con la cual será posible ensamblar cualquier tipo de material, átomo por átomo, y así crear los más fantásticos artefactos. Según Fresno y Meadows, para realizar su proyecto “sólo se requiere la aplicación inteligente de lo que ya existe. Las únicas limitaciones son aquéllas que nos imponemos nosotros mismos”. ¿Utópico? Para estos arquitectos del futuro no lo es. Sin embargo, son conscientes de que su proyecto representa un verdadero reto no sólo para ellos sino para la sociedad entera. La invitación para unirse al Proyecto Venus queda abierta y expectante a que ese futuro no sea tan lejano. Contenedores Este depósito modular estará compuesto por secciones flotantes desmontables que podrán ser cargadas o descargadas rápidamente. El número de secciones del contenedor variará dependiendo de la cantidad de carga para transportar. Cuando todos los módulos estén conectados, se propulsarán como una sola unidad que tendrá la capacidad de arribar y partir de las ciudades por mar. Cuando el vagón llegue a su destino, los módulos seleccionados se desconectarán y remolcarán a los muelles. Ciudades submarinas Un sistema global de estas estructuras podrá alojar fácilmente a millones de personas y así aliviará a la población instalada sobre la tierra. Estas ciudades suministrarán a sus habitantes información y servirán de acuarios oceánicos naturales sin tener que encerrar artificialmente la vida marina. Muchas de estas ciudades serán universidades oceanográficas y mantendrán el balance ecológico de los sistemas marinos. Otras tendrán granjas marinas. También podrán ser utilizadas como una nueva fuente para la explotación minera de los relativamente desaprovechados recursos de los océanos sin perturbar su ecología. Trenes Maglev El complejo sistema de trenes de alta velocidad facilitará la movilidad en las ciudades del futuro. Estará conformado por vagones multifuncionales que al llegar a las estaciones locales serán removidos y reemplazados por otros, que continuarán con la ruta inicial. Los compartimientos retirados del aparato central del tren tomarán una nueva dirección para llevar a los pasajeros a estaciones más cercanas. Este proceso se realizaría con el tren en movimiento para conservar su energía. Ciudades sobre el mar Estos complejos acuáticos lejos de la costa tendrán la capacidad de ser remolcados a lugares donde se adapten mejor y se puedan anclar al lecho marino. Algunas estructuras serán transportadas en segmentos prefabricados y luego unidas en sitios previamente seleccionados. Su construcción interna incluirá cámaras de flotación para que sean insumergibles. Estas ciudades podrán ser autosostenibles y completamente automatizadas.
Video de la introducción de la conferencia del Proyecto Venus en Bogotá. Universidad Jorge Tadeo Lozano.
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