¿Quién salvó a dos billones de personas? - Parte 2

-Está bien, no se preocupe -respondió Jones-. Ahora que lo pienso bien, tal vez no fue Henry Wallace el que debió haber recibido el crédito de todos modos...

Willow pareció estar sorprendida.

-Ahora bien, ¿por qué diría eso? -preguntó ella. 

Jones bajó la mirada hacia el suelo y se frotó la barbilla como si estuviera pensando profundamente.

-Tal vez fue George Washington Carver el que salvó las vidas de dos billones.  

Entonces, levantando la cabeza nuevamente, dijo:

-¿Se acuerda de él, verdad?

-Sí -Willow respondió rápidamente-. ¡Maní! Pero, qué tiene que ver él...

-Lo que la gente no sabe acerca de él es que cuando tenía diecinueve años de edad y era estudiante de la Universidad Estatal de Iowa, tuvo un profesor de ciencias lecheras que permitía que su hijo de seis años se fuera cada fin de semana en expediciones botánicas con este estudiante brillante. George Washington Carver tomó a ese pequeño niño y dirigió su vida. Y fue Carver el que le dio al niño de seis años, Henry Wallace, una visión sobre su futuro y sobre lo que podía hacer con las plantas para ayudar a la humanidad

Movió la cabeza con gesto de admiración.

-Es asombroso, ¿verdad? -dijo él-. Que Carver pudiera pasar tanto tiempo con el maní. Horas, meses y años de trabajo. Digo, el hombre desarrolló doscientos sesenta y seis productos de maní, que todavía usamos hoy día. Y luego está la batata. Ochenta y ocho usos para esta.     

Jones se inclinó hacia adelante con sus manos sobre las rodillas.

-Y también escribió un folleto de agricultura y promovió la idea de lo que llamó el «jardín de la victoria»

Willow se sonrió.

-Yo recuerdo los jardines de la victoria. Nosotros teníamos uno.

-Sí, igual que mucha otra gente -dijo Jones-. Los jardines de la victoria, aun en medio de grandes ciudades, alimentaron a una porción significativa de nuestra población durante la Segunda Guerra Mundial

-Sin embargo, con todo el tiempo y el esfuerzo, y los años que Carver invirtió en cosas como el maní, las batatas y los jardines de la victoria, ¡es asombroso que unas cuantas tardes con un niño de seis años llamado Henry Wallace hayan causado un efecto de tal magnitud! 

-¡Verdaderamente! -Willow dijo con admiración en la voz-. Así que fue la acción de George Washington Carver la que salvó a toda esa gente. 

-Bueno.. -respondió Jones negando con la cabeza-. Realmente no. 

-¿Qué?

-Tuvo que haber sido el granjero de Diamond Missouri. 

Tomado de La Maleta, p. 94 - 95

Esta historia continuará...

La parte 1 aquí


1 comentario:

Malory Knox dijo...

esto est muy bueno, espero pronto mas de esta historia!!!

Publicar un comentario

Entradas recientes